Estas sesiones se realizan únicamente durante unos meses del año, de Febrero a Mayo.
Cada año las temperaturas son más elevadas e insoportables, especialmente el verano resulta muy pesado todos, sobre todo para vosotras, por el calor, la humedad, vuestra temperatura corporal que aumenta, el cansancio y la pesadez del propio embarazo.
Y en invierno, las horas de sol son muy pocas, el sol a las 17.00h ha desaparecido y el tiempo es variable, poco estable. Podemos tener un día soleado fantástico o un día gris y lluvioso y, debido a que mi agenda está siempre completa a meses vista, me resulta imposible ir cambiando citas si el día no sale bueno.
Además en los meses de octubre-noviembre y diciembre me encuentro cada año con la campaña más fuerte del año, la Navidad, que me llena completamente la agenda, por lo que son muy reducidas las fechas disponibles durante estos meses.
Como para todo, cada cosa tiene su momento y para mi el mejor momento es de Febrero a Mayo. Normalmente las temperaturas son agradables, tenemos más horas de sol y esas últimas horas de la tarde, el atardecer son las que aprovechamos para usar esa luz tan cálida, mágica y bonita.
El embarazo en exterior lo vivimos de forma algo diferente, me gusta que todo fluya y que la pareja se comprometa un poco más a participar en la sesión. Para que sea una sesión más de pareja, de vosotros, algo más familiar, espontáneo y natural.
Porque es algo de los dos, y es precioso poder capturar vuestra naturalidad, sentimientos, emociones y miradas.